Es muy probable que la mayoría de nosotros nos identifiquemos con el hijo pródigo, como aquel que se apartó de Di-s, que despilfarró la herencia y que un día, Di-s en su misericordia nos llama a volver a Casa.
Sin embargo, a pesar de que esta historia tiene un contenido espiritual y emocional muy fuerte, e indudablemente ha sido el instrumento por el cual Di-s ha traído a la fe a mucha gente alrededor del mundo, existe un aspecto de la historia del Hijo Pródigo que se conoce muy poco, mucho más profundo que la historia emocional que vemos relatada en el capítulo 15 del Evangelio de Lucas.

Esta conferencia que nos comparte Yosef Sánchez de los ministerios Descubre la Biblia y Amishav, nos va a ayudar a comprender la historia que nos muestra la realidad de la Casa de Efráin o Israel (Hijo menor – Gentiles) y la Casa de David o Judá (Hijo mayor – Judíos ortodoxos) y nos traerá luz acerca de cuál es nuestra verdadera herencia, pero también nos hará entender que el Padre nos está haciendo un llamado de volver a Casa, volver a nuestras verdaderas raíces.
La historia narrada en Lucas 15:11-32 es la que nos va a ayudar a comprender cómo el Padre nos abrazó cuando aún estábamos lejos, y es entonces que entenderemos que el final de la historia es cuando el hijo entra a casa, es aceptado por su hermano mayor y vuelve a ser parte de la familia. Inclusive, esta historia se encuentra plasmada en toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Este es el llamado que el Espíritu de Di-s nos hace en todo momento, y quizá aún nos sentimos lejos y no nos sentimos dignos de ser llamados otra vez Su hijo, o quizá aún queremos seguir lejos y queremos conformarnos con ser un siervo, pero el llamado de Di-s es a una relación más profunda, nos está llamando a ser Su hijo.
“11 Así pues, ustedes, que no son judíos, y a quienes llaman «no circuncidados» los judíos (que circuncidan al hombre en el cuerpo, y a sí mismos se llaman «circuncidados»),12 recuerden que en otro tiempo estaban sin Mesías, separados de la nación de Israel, y no tenían parte en las alianzas ni en la promesa de Dios. Vivían en este mundo, sin Dios y sin esperanza. 13 Pero ahora, unidos al Mesías por la sangre que él derramó, ustedes que antes estaban lejos están cerca.” (Efe 2:12-13).
ESCUCHA LA CONFERENCIA “EL HIJO PRÓDIGO DEBE REGRESAR” AQUÍ:
1 Comentario
Hernández
Escuché “El hijo pródigo debe regresar” de Joseph Sánchez, y quedé muy impresionado. Revela muchísima información, que si bien no debe ser aceptada como la última verdad o como norma de fé, SÍ merece una atención especial. Personalmente creo que toda esa información es una invitación al pueblo cristiano (evangélico, protestante) a conocer los relatos bíblicos desde una perspectiva histórica y hebrea y menos romana.
Muy buen tema. Felicidades.