Vivimos en un mundo donde se acostumbra a mentir y a engañar, olvidando lo que reza un proverbio popular “La mentira corre, pero la verdad la alcanza”, es una realidad probada.
Usamos la mentira y algunas veces vivimos en ella, porque consideramos que de esa manera es más fácil conseguir nuestros objetivos y además quedamos bien ante los demás; sin embargo, pasamos por alto que la mentira y el engaño nos esclavizan, nos aleja de la confianza de nuestro prójimo y nos hace merecedores de consecuencias terribles.
Esta enseñanza nos ayudará a ver de manera clara que la mentira y la verdad tienen consecuencias duraderas y que la única opción viable para los hijos del Dios de la verdad es ¡decidirnos de una vez por todas por vivir en la verdad y aborrecer la mentira!
¡Escucha, aprende y comparte!