En la lucha diaria, en momentos en donde la fe tiene que dejar de ser un concepto abstracto para convertirse en una realidad capaz de ayudarnos con los más grandes desafíos, tenemos que reconocer si somos poseedores de dicha fe o en realidad necesitamos aprender a conocerla.

Para ser eficaces en nuestra tarea de crecer como hombres y mujeres de fe, haría bien que echáramos un vistazo a algunas virtudes espirituales, que además de ayudarnos a identificar si somos o no gente de fe, nos permitirán relacionarnos tanto con ellas que modelaremos nuestro ser interior y de paso le daremos una base sólida a nuestras certezas.